¿Qué historias te cuentas? 🙄
Hace unos días, estaba sentado para mi práctica diaria de meditación. Me acomodé, respiré profundo y, en pocos minutos, mi mente ya estaba divagando.
Empecé a recordar una conversación reciente, una que me había estresado. De repente, me encontraba discutiendo en mi cabeza sobre situaciones hipotéticas que ni siquiera habían sucedido. ¿Te suena familiar?
Nuestra mente es inquieta por naturaleza. Le encanta estar ocupada, y rara vez se queda en silencio por mucho tiempo. En medio de una reunión importante, por ejemplo, empezamos a proyectar posibles escenarios y conversaciones, muchas veces negativas o estresantes.
La clave está en reconocer estos momentos. Cuando nos damos cuenta de que estamos atrapados en patrones de pensamiento inútiles, podemos volver al presente.
Te propongo un ejercicio simple pero poderoso: cada vez que notes que tu mente empieza a divagar, decí suavemente “Gracias, pero no ahora”. Luego, volvé a concentrarte en tu respiración. Este pequeño gesto puede hacer una gran diferencia en tu día a día.
¿Qué cambios notarías en tu vida si pudieras reducir el tiempo que pasás preocupado por pensamientos que no podés controlar?
¿Cómo te sentirías si pudieras mantenerte enfocado y presente, incluso en momentos de estrés?
Cada vez que practicamos esto, estamos entrenando los músculos de la mente. Es como ir al gimnasio, pero para nuestra cabeza. Al principio puede parecer difícil, pero con el tiempo, se vuelve una segunda naturaleza.
Recordá que no se trata de controlar cada pensamiento, sino de evitar que ellos nos controlen a nosotros. La próxima vez que te encuentres perdido en una historia de tu mente, usá esa simple frase: “Gracias, pero no ahora”.
Como dice Dan Millman: “No necesitás controlar tus pensamientos, solo debés evitar que ellos te controlen.”
Un abrazo lleno de claridad y paz,
📌 Tu amigo biohacker,
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